Cuando se habla de exfoliación química suave pero efectiva, el ácido láctico ocupa un lugar privilegiado. Este alfa-hidroxiácido (AHA), presente de forma natural en el cuerpo humano, tiene una particularidad única: renueva e hidrata al mismo tiempo, respetando incluso las pieles más delicadas.
Tratamientos estéticos donde se incluye
Exfoliar suavemente la piel.
Mejorar la hidratación epidérmica.
Estimular la renovación celular.
Unificar el tono y tratar manchas superficiales.
Beneficios del ácido láctico
Exfoliación progresiva sin irritación significativa.
Aumento de la hidratación al estimular la producción de factores naturales de hidratación (NMF).
Mejora del tono y textura.
Reducción de manchas, poros visibles y líneas finas.
Apto para pieles secas, deshidratadas o sensibles.
¿Qué tipo de pieles pueden usarlo?
Piel seca o deshidratada.
Piel sensible o sensibilizada.
Piel con manchas superficiales o tono apagado.
Piel madura que necesita renovación sin agresión.
Desmitificación
Recomendaciones de uso cosmecéutico
Concentraciones domiciliarias seguras: 2% a 5%.
Usar preferentemente por la noche, en combinación con ingredientes calmantes (aloe, niacinamida, ácido hialurónico).
Ideal para rutinas de renovación en pieles secas o con signos de fatiga.
Aplicar con protección solar durante el día para evitar hiperpigmentación.
Formulación según el grado de penetración y para qué problema se usa
- 2-5% (uso domiciliario): Exfoliación ligera, hidratación, mejora del tono.Cosmecéutico de uso diario o alternado.
- 5-10% (uso profesional cosmiátrico): Renovación, despigmentación leve, tratamiento de piel opaca.Aplicable en cabina por cosmiatra.
- 10-30% (peelings): Mejora de textura, acné leve, fotoenvejecimiento incipiente.⚠️ Uso exclusivo médico o con supervisión profesional.
Uso profesional
Usado en peelings superficiales para piel sensible, seca o madura.
Combinado con otros AHAs como ácido mandélico o gluconolactona para protocolos de renovación suave.
Se puede utilizar como paso preparatorio antes de aparatología no ablativa (ultrasonido, radiofrecuencia).
Ideal en rutinas postverano o postinvierno para restaurar la piel fatigada.
Cuidados
Aplicar siempre sobre piel limpia y seca.
Hidratar la piel adecuadamente después de su uso.
Evitar combinar con retinoides en la misma rutina, salvo indicación profesional.
Usar protector solar a diario.
Precauciones
No usar sobre piel irritada, lesionada o con brotes activos de rosácea.
Puede generar un leve hormigueo inicial, pero no debe ser doloroso.
Introducir gradualmente en pieles sensibles para evitar reacciones.