Cuando pensamos en “hidratar la piel”, muchas veces asumimos que cualquier crema cumple esa función. Pero en realidad, no todos los productos hidratan de la misma forma, ni todos los ingredientes actúan igual.

Para entender bien cómo funciona la hidratación en cosmética, necesitamos diferenciar entre humectantes, emolientes y oclusivos. En este capítulo, nos enfocamos en los primeros dos: humectantes e hidratantes, porque son la base de toda piel sana y feliz.

¿Qué es la hidratación en la piel?

La hidratación es, literalmente, el contenido de agua que hay en las capas superficiales de tu piel (la epidermis).
Una piel bien hidratada se ve luminosa, elástica, suave. Una piel deshidratada, en cambio, se siente tirante, se ve opaca y puede presentar líneas finas, descamación o enrojecimiento.

Pero el agua se evapora constantemente, así que necesitamos ingredientes que nos ayuden a retenerla o atraerla, dependiendo del caso. Ahí es donde entran nuestros protagonistas.

Humectantes vs. Hidratantes: ¿son lo mismo?

No exactamente.
La palabra “hidratante” se usa de forma muy general, pero en química cosmética un humectante es un tipo específico de ingrediente hidratante.

  •  Humectante: atrae agua a la piel desde el ambiente o desde capas más profundas.
  •  Hidratante (en sentido general): cualquier ingrediente que ayude a mantener o aumentar el contenido de agua en la piel.

En una rutina bien diseñada, usamos humectantes + emolientes + oclusivos, para cubrir todas las necesidades de la piel.

¿Qué hacen los humectantes?

Los humectantes actúan como imanes de agua: jalan humedad del entorno o de la dermis (capas más profundas) hacia la epidermis.
Son ideales para:

  • Pieles deshidratadas.

  • Ambientes secos.

  • Prevención de líneas finas.

También preparan la piel para recibir mejor otros ingredientes activos.

Ejemplos comunes de humectantes:

  • Glicerina – uno de los más usados. Aporta hidratación profunda y es muy bien tolerada.

  • Ácido hialurónico – famoso por su capacidad de retener hasta 1000 veces su peso en agua.

  • Urea – a bajas concentraciones, es humectante y suavizante.

  • Aloe vera – aporta hidratación y tiene efectos calmantes.

  • Sorbitol, propilenglicol, butilenglicol – humectantes sintéticos muy efectivos.

¿Y los hidratantes entonces?

Cuando hablamos de “hidratantes” como categoría, incluimos:

  • Humectantes (atraen agua).

  • Emolientes (suavizan y rellenan microfisuras en la piel).

  • Oclusivos (forman una barrera para que no se evapore el agua).

Una buena crema “hidratante” debe tener una combinación equilibrada de estos tres tipos de ingredientes.

¿Cómo saber si un producto tiene humectantes?

Fíjate en la lista de ingredientes (INCI). Si en los primeros cinco componentes aparecen palabras como:

  • Glycerin

  • Áácido hialurónico

  • Urea

  • Aloe barbadensis leaf juice

Entonces probablemente esté bien cargado de humectantes.
Tip: los serums ligeros tipo gel suelen estar enfocados en este tipo de hidratación.

¿Cómo y cuándo aplicar humectantes?

  • Después de la limpieza, con la piel ligeramente húmeda.

  • Antes de tu crema oclusiva o emoliente.

  • Mañana y noche, sobre todo si tu piel se siente tirante o apagada.

En climas secos o con aire acondicionado, los humectantes solos pueden evaporarse si no los sellas. Por eso, es clave combinarlos con una crema que tenga emolientes u oclusivos.

Los humectantes no son solo agua con textura bonita: son ingredientes activos que hidratan en serio y que forman parte esencial de cualquier rutina que quiera resultados reales.

En Grande de Leim, creemos en fórmulas inteligentes que hidratan de verdad, y por eso incluimos humectantes de calidad en nuestros productos.