Por eso, forman parte esencial de tratamientos para acné, hiperpigmentaciones, signos de envejecimiento, textura irregular y más.
Clasificación general de los ácidos más usados en cosmecéutica
AHAs (alfa-hidroxiácidos)
Actúan principalmente en la superficie de la piel, ayudando a exfoliar y renovar células muertas.
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Ácido glicólico: mejora la textura y estimula el colágeno.
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Ácido láctico: suave, ideal para pieles sensibles.
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Ácido málico y ácido cítrico: iluminadores y antioxidantes.
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Ácido mandélico: eficaz pero suave, ideal para pieles con tendencia al acné o sensibilidad.
Ácido salicílico: limpia los poros, reduce inflamación y combate puntos negros.
Gluconolactona y ácido lactobiónico: exfolian sin irritar, ideales para pieles muy sensibles o con rosácea.
Ácidos especiales y multifunción
Ácido hialurónico: aunque no exfolia, hidrata en profundidad.
Ácido azelaico: despigmentante, antiinflamatorio y seborregulador.
Ácido tranexámico: atenúa melasma y manchas.
Ácido ferúlico: antioxidante que protege frente a los radicales libres.
Ácido pirúvico: renueva la piel y regula el sebo, útil en acné y piel grasa.
Ácido linoleico: esencial en pieles secas o con alteraciones de la barrera cutánea.
Por su eficacia está respaldada por estudios científicos y pueden generar cambios visibles en la piel cuando se formulan y aplican correctamente. A diferencia de la cosmética tradicional, en la cosmecéutica se busca un efecto más profundo, terapéutico o preventivo.
¿Son seguros todos los ácidos?
Siempre que se usen en la concentración adecuada y bajo las condiciones correctas. Algunos consejos clave:
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Comenzar con concentraciones bajas e ir aumentando según la tolerancia.
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Usar protección solar diaria, ya que algunos pueden aumentar la sensibilidad al sol.
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No mezclar ciertos ácidos entre sí, a menos que estén formulados para eso.
¿Cómo saber cuál es el adecuado para ti?
Depende de tu tipo de piel y objetivos:
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Acné o piel grasa: salicílico, azelaico, pirúvico.
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Manchas o tono irregular: glicólico, tranexámico, ferúlico.
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Piel sensible o seca: láctico, mandélico, PHAs, linoleico.
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Prevención del envejecimiento: ferúlico, hialurónico, málico.
Los ácidos no son el enemigo: bien formulados y con profesionales capacitados que conocen como las precausiones y modos correctos de aplicación , son verdaderos aliados para lograr una piel más uniforme, luminosa y saludable.
Próximamente, en nuestro blog, profundizaremos en cada uno de estos activos. ¡Sigue leyendo y descubre cuál es el ideal para tu piel!