El alta frecuencia es una tecnología clásica pero fundamental en tratamientos estéticos, reconocida por su capacidad para mejorar la salud de la piel mediante una acción antimicrobiana, estimulante y regenerativa. Es uno de los equipos más versátiles en cabinas profesionales, utilizado para diversos tratamientos faciales y corporales que buscan revitalizar la piel, controlar imperfecciones y promover la circulación.
¿Qué es la Alta Frecuencia?
El alta frecuencia es un equipo que emite una corriente eléctrica de alta frecuencia y baja intensidad a través de electrodos de vidrio que se colocan en contacto con la piel. Esta corriente genera un efecto térmico suave y produce ozono, que actúa como antiséptico natural. Su acción estimula la microcirculación, favorece la oxigenación celular y ayuda a eliminar bacterias y toxinas en la piel.
Beneficios
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Acción bactericida y antifúngica que ayuda a combatir acné y otras infecciones cutáneas.
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Estimula la producción de colágeno y elastina, mejorando la firmeza y elasticidad.
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Favorece la cicatrización y la regeneración celular.
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Reduce la inflamación y mejora la oxigenación de los tejidos.
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Controla la secreción sebácea, ayudando a equilibrar pieles grasas o mixtas.
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Proporciona efecto calmante y descongestivo.
¿En qué tratamientos se usa y cuántas sesiones se recomiendan?
La alta frecuencia se emplea principalmente en:
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Tratamientos para acné activo y control de brotes.
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Mejora de la textura y tono de la piel.
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Cicatrización post extracción en limpiezas faciales.
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Tratamientos para rosácea y piel sensible.
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Aumento de la penetración de productos activos.
Beneficios en cosmética profesional
Para el profesional estético, la alta frecuencia es una herramienta que mejora la efectividad de los protocolos al preparar la piel y mantenerla libre de microorganismos. Además, su uso combinado con otros tratamientos, como limpieza facial o peelings suaves, potencia resultados y reduce riesgos de irritación o infección.
Precauciones y contraindicaciones
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No debe usarse en pieles con heridas abiertas o inflamación severa.
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Contraindicado en personas con marcapasos, epilepsia, embarazo o enfermedades cardíacas.
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Evitar su aplicación en áreas con piel muy fina o con lesiones vasculares activas.
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Usar siempre según indicaciones y ajustar intensidad al tipo de piel.
¿Se usa en pre o postoperatorio?
La alta frecuencia es útil en postoperatorio para acelerar la cicatrización y prevenir infecciones, siempre bajo supervisión médica. En preoperatorio, puede ayudar a mejorar la calidad de la piel, pero su uso debe ser evaluado caso por caso para evitar sensibilización.
Datos interesantes
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Fue desarrollada a principios del siglo XX y desde entonces sigue siendo un básico en estética.
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La acción de ozono que produce tiene un efecto bactericida natural, sin necesidad de químicos.
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Los electrodos pueden tener diferentes formas para adaptarse a distintas zonas del rostro y cuerpo.
Mitos y realidades
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Mito: La alta frecuencia quema la piel.Realidad: Su corriente es de baja intensidad y el efecto térmico es suave y controlado.
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Mito: No es efectiva para el acné.Realidad: Su acción bactericida y reguladora del sebo la hace ideal para casos leves y moderados.
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Mito: Solo sirve para pieles grasas.Realidad: También mejora pieles sensibles y ayuda en procesos de cicatrización.
La alta frecuencia es una tecnología segura, versátil y eficaz que sigue siendo un pilar en tratamientos estéticos profesionales. Su capacidad para estimular, desinfectar y revitalizar la piel la convierte en una herramienta indispensable para mejorar la salud cutánea y potenciar los resultados en consulta. Adaptar su uso a cada paciente, respetando contraindicaciones y personalizando protocolos, garantiza una experiencia óptima y resultados visibles.